La preocupación de Manuel Gelpi, el DT de Quilmes. El entrenador afirma que aún su equipo no está maduro y analizó las razones de los altibajos. Y reafirmó que el objetivo es alcanzar los play-offs.
Mientras espera el momento para retomar los entrenamientos, Manuel Gelpi, el entrenador del equipo de Quilmes de la Liga Argentina de Básquetbol, tiene un desvelo. “Seguimos buscando la regularidad”, aseguró en una charla con LA CAPITAL.
El elenco “tricolor” hoy está ubicado en el octavo lugar de la Conferencia Sur, con un récord de nueve victorias y diez derrotas. Su marcha en el certamen fue boyante. Cuando los augurios eran sombríos, siempre salió a flote con un triunfo importante. Y, cuando asomaba la posibilidad de despegar, una caída inesperada le bajó las pretensiones.
“Nuestra preocupación es conseguir esa regularidad que nos falta. No pudimos alcanzarla por distintos motivos, ninguno de ellos quiero esgrimirlo como excusa. Yo me considero responsable de que no hayamos podido lograrla. Pero, por un lado, este es un plantel prácticamente nuevo. Por otro, nos pasaron muchas cosas. Perdimos dos jugadores por lesiones gravísimas, hubo recambio de extranjero, tuvimos contagio masivo de Covid, encaramos una de las ‘burbujas” casi sin prácticas…Todas esas cosas también influyen”, analizó el entrenador.
-¿Cambió el objetivo con el transcurso de la temporada?
-No, no…Nosotros siempre nos planteamos ser competitivos y entrar en los play-offs. Competitivos fuimos, a los mejores les jugamos de igual a igual. Por ahora, con el octavo puesto, estamos en los play-offs. Queremos defender esa posición, hoy tenemos que dar pasos cortos.
-¿Por qué le cuesta tanto a Quilmes alcanzar una regularidad?
-Jugar en pandemia era todo un desafío. Esta competencia requiere una alta cuota de adaptabilidad. A las lesiones, a los contagios, al hecho de jugar muy seguido y parar…Es todo nuevo.. Estamos en la búsqueda de la madurez como equipo para poder lidiar con todas esas cosas.
-Hubo algunos partidos en los que Brown hizo mucho daño y, de golpe, se dejaba de insistir con él. ¿Por qué pasa?
-Que haya partidos en los que el juego parece estar volcado para aprovechar a un jugador y que, de golpe, se deje de hacerlo tiene que ver con esa madurez de equipo a la que hacía referencia antes. Necesitamos aprender a jugar para el que mejor está.
-La mayoría de los equipos cambia para potenciarse. Salvo el recambio de extranjero, Quilmes lo hizo para cubrir bajas por lesión. ¿Cómo evalúas esos refuerzos?
-Para nosotros fueron buenos los dos. Luciano Ortiz entró bien al equipo, nos da muchas cosas, nos permite cubrir un par de puestos…
-A Quilmes le fue mejor con equipos que tiene por encima en la tabla, pero sufrió la mayoría de sus derrotas con rivales que están por debajo. ¿Por qué?
-El torneo está un poco así, no fuimos los únicos a los que nos ocurrió algo similar, les sucedió a varios. En cambio, hemos ganado con rivales que, a priori, están mejor que nosotros. Nos planteamos ser competitivos y lo somos, pero todavía nos falta.
-¿Qué le pasa a Marquardt?
-Marquardt está falto de confianza. Los tiradores, especialmente, se alimentan de las rachas, de meterla. Hoy no lo hace y está bajo, pero trabaja para superarla. El formato de la competencia, hay que decirlo, no lo ayudó. Cuando en una sede alcanzás un buen momento, dejás de jugar y parás por quince días. Y hay que volver a empezar el ciclo. Tal vez a él lo afectó como a ningún jugador de nuestro plantel
-En mayor o menor medida, todos han sido irregulares…
-Por supuesto, todos tuvieron altos y bajos, partidos muy buenos, regulares y flojos. La regularidad individual fortalece luego la regularidad colectiva, que es la que a mí me tiene ocupado. Conseguirla es mi responsabilidad como entrenador. Seguimos buscando esa regularidad y la madurez de equipo que nos permita superar las distintas dificultades que depara la competencia
-¿Se bajaron de la chance de sumar algún jugador para los tramos finales?
-Siempre estamos abiertos, atentos, a poder reforzar el equipo. Pese a la llegada de Ortiz, tenemos dos fichas sin cubrir. Pero vamos a ser lógicos. Consideraremos lo que esté dentro de las posibilidades de la economía del club, no podemos apartarnos de esa premisa. Y dentro de los objetivos también está el de desarrollar a nuestros juveniles, darles minutos.